Patrimonio de las Artes Visuales: Thomas Somerscales

21 mayo 2021 / / Biblioteca Virtual

Por Gustavo Olave Dervis
Licenciado en Teoría e Historia del Arte

En el Mes del Mar, destacamos al pintor inglés, afincado en Chile, Thomas Somerscales, quien desarrollara en nuestro país una valiosa obra que homanajea a nuestros mares. De entre todos los llamados pintores viajeros, extranjeros que encontraron en Chile un nuevo hogar, Somerscales destaca por su maestría técnica. Famoso por sus composiciones navales y sus paisajes de tierra adentro, el artista se ganó el respeto tanto de chilenos como de británicos. Además de su faceta como pintor, Somerscales ejerció como profesor, llegando a formar a destacados artistas chilenos, como es el caso de Alfredo Helsby. Hombre culto y educado, fue un gran lector de poesía, siendo el introductor en Chile y traductor del escritor estadounidense Walt Whitman.

Somerscales nació el 30 de octubre de 1842, siendo el primer hijo varón del matrimonio de Thomas Somerscales y Sophie Mathewson. El padre del futuro pintor era capitán de navío y contagió a su hijo el amor por el mar además de apoyar sus inquietudes artísticas. Luego de una estricta formación académica, el joven de 20 años ingresa al servicio de la marina, decisión que influiría en su futura carrera artística. Fue a bordo de la fragata Clio que Somerscales presenció fantásticos espectáculos naturales y visitó pintorescos y variados lugares. Estos paseos lo llevaron dos veces a Chile, país en el que se instalaría de manera decisiva años más tarde.

Una vez asentado en Valparaíso, Somerscales decide dedicarse de lleno a la pintura, su gran pasión. En un inicio pintaba cuadros pequeños, pero con el tiempo se atrevió con telas de formatos más grandes. Antes de incursionar de lleno en las marinas que lo hicieron famoso, Somerscales pintaba escenas cotidianas de las calles de Valparaíso, derivando luego en paisajes y, por supuesto, escenas navales. Debido a su gran destreza, los servicios del pintor británico fueron requeridos por numerosos clientes, quienes pagaban buenas sumas de dinero por sus marinas. A pesar de este éxito, el artista viajero no tuvo mayores logros en exposiciones o concursos. Sin embargo, no se vio desalentado y continuó pintando con regularidad.

Tras veinte años residiendo en Valparaíso, Somerscales regresa a su país natal en 1891. Ello motivado, en primer lugar, por la trágica partida de su hija Alice, quien había contraído difteria. La segunda razón fue el mal estado de salud de su madre, ya de avanzada edad. A estos desafortunados sucesos se añadía la conmoción provocada por la Guerra Civil.

Una vez de regreso en Gran Bretaña, continuó ejerciendo como pintor, realizando sus famosas marinas. A pesar de la gran distancia, el artista británico conservó su contacto con Chile, viajando en algunas ocasiones a la Ciudad Puerto con motivo de encargos de obras. Somerscales murió el 27 de junio de 1927 a la edad de 84 años.

A pesar de que sus paisajes rurales y sus cuadros de las calles de Valparaíso poseen una calidad innegable, son sus marinas y combates navales las que cimentaron su fama y le otorgaron un mayor reconocimiento. Sus largos años como marino le brindaron una sólida base al momento de plasmar tanto la calma del Océano Pacífico como las violentas tempestades presentes en sus escenas bélicas. Acompañando esta magistral representación del mar y sus movimientos, está el cielo, con sus variados matices y surcado por polimórficas nubes. El gran realismo de las batallas presentadas en sus lienzos, permite al espectador verse inmerso en el fragor y el caos de la contienda.

Thomas Somerscales fue, sin duda, uno de los artistas extranjeros más talentosos que pisaron suelo chileno y su legado va aún más allá de sus paisajes y marinas. El ex marino formó a un gran número de pintores chilenos, tanto profesionales como aficionados. A pesar de la obvia influencia de artistas británicos, como es el caso de Turner, la obra de Somerscales es de una gran originalidad y su calidad estética es notable, motivo por el cual aún sigue siendo celebrada tanto en Chile como en el extranjero.

COMBATE DE IQUIQUE 1881
Óleo sobre tela
212 x 290 cm
Museo Marítimo Nacional, Valparaíso, Chile

Quizás las obras más conocidas de Somerscales son aquellas con temática bélica. El Combate Naval de Iquique es uno de los episodios de la historia de Chile más conocidos y recordados. La maestría del británico a la hora de plasmar el fragor de la batalla es notable y logra transportar al espectador al suceso histórico representado.

LA ESCUADRA CHILENA 1879
Óleo sobre tela
95 x 136,5 cm

Museo Histórico Nacional, Santiago, Chile
A pesar de tratar un tema con tintes militares, este cuadro difiere mucho del tumulto y caos presente en sus obras bélicas. El pintor transmite una sensación de serena quietud y calma que logra calar en el espectador.

CAMINO TOBALABA
Óleo sobre tela
29 x 42 cm

Colección particular
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